Con sencillez: ¿Qué es Yoga?

Escrito por: Ari Ruiz Maceda

 Primera parte

Me resulta interesante como hoy en día se utiliza de forma indiscriminada la palabra Yoga para hacer referencia a las clases donde se ejercita el cuerpo o se practican posturas corporales únicamente, o al menos algunas personas piensan eso, como yo en su momento cuando iniciaba la práctica. Con esta visión y aplicación estuve restando al potencial que Yoga tiene como filosofía, que es una disciplina y un arte. 

Después de un tiempo he comprendido un poco más, subrayo el hecho de que mi entendimiento y conciencia se hallan en expansión, y es justo desde esa premisa que digo: “Nada es bueno y nada es malo, lo que está siendo o fue es lo correcto dada la versión que soy o fui en un determinado momento”. 

Procurando mantener la sencillez en mi expresión; diré de forma llana y común a la mayoría qué es Yoga, y para comenzar a dar un panorama general de hacia dónde quiero llegar expresaré:

“El todo se compone de sus partes, cada parte aislada no es el todo, el todo no puede ser sin cada una de esas partes…sólo juntas en interacción las partes hacen un todo”.

Empezaré por definir que el ásana (postura corporal) no es Yoga, entrar en una postura y sostenerla a un nivel o variante en cualquier profundidad, incluso llevándome a la postura final, y en el peor de los casos ni siquiera implica que esté haciendo  ásana  como parte de la disciplina de Yoga.

Porque hacer ásana implica estar en mi cuerpo, es decir, que estoy en un nivel de conciencia corporal que me lleva a notarme, a percibir qué está sucediendo conmigo, en mi cuerpo. Es saber qué sucede dentro de mí, mientras ocurre la postura, es cuestionarme y escuchar la respuesta sobre cuáles son las sensaciones corporales que experimento mientras tanto, por ejemplo, dolores, temperatura, colocaciones, empuje, dirección, activación, cansancio, pesadez, etc.

Además de ello implica advertir qué pasa en mi mente, qué pienso, cuál es la calidad de mi pensamiento, su tendencia, quién o qué acude a mí en tal momento, es un apreciar todo el flujo de pensamientos que me llegan en ese justo instante, darme cuenta como mi actividad mental no cesa y se va al pasado al futuro y parece que tiene vida propia…pareciera que nunca alcanzaré quietud mental, reconozco entonces lo volátil que mi mente humana es…y aún así me apruebo, acepto y continúo percibiendo, con el único fin de conocerme con humildad aludiendo a esta cualidad como sinónimo de verdad: saber quién soy en mi justa dimensión, pero no para criticarme o enjuiciarme si no para decidir. 

Como cereza en el pastel al acontecer todo lo anterior se va encontrando gradualmente el poder de llevarse hacia donde uno quiere estar, hacia lo que quiero ser, hacia lo que me es útil pensar, decido pues direccionar, seleccionar, elegir lo que hago, pienso y llamo a ajustar la postura, y que la postura no sólo se hace con el cuerpo, si no que, se hace con los pensamientos, con la actitud, con la emoción, con la presencia, con la conciencia, con la respiración, con la conexión de mi con el entorno donde me muevo, es la decisión que tomo de integrarme en la experiencia que está pasando aquí y ahora. 

Entonces sucede la magia del significado de unión: mi mente, mi corazón (alma/esencia), mi cuerpo están viviendo lo mismo; hay congruencia que me lleva a alinearme con el espíritu, con una experiencia más sublime que me susurra levemente o a gritos: Hay una divinidad aquí.

A veces sucede que permanezco en tal alineación unos segundos, a veces y con mucho esfuerzo algunos minutos…mi alma se pone contenta y me siento arraigada, conectada, provista, empoderada, capaz, verdadera, amorosa, pero de pronto deja de ser y vuelvo a identificarme con la experiencia terrenal: ansiedad, preocupación, tensión, obstinación, rechazo, resistencia, control, avaricia. Sin embargo, la probada de santosha (estado de contento) que he recibido durante todo el proceso de habitarme durante el ásana me inspira a decidir una y mil veces nuevamente alinear mi postura…y entonces estamos haciendo YOGA. 

Yoga se vive a diario durante todo el día, descubramos juntos cómo hacer que suceda, nos leemos en la segunda parte de este artículo.

Psicóloga e intructora de yoga, contáctala a través de su whatsapp