Bienestar

Recupérate a ti misma, recupera tu valor

Recupérate a ti misma, recupera tu valor

Escrito por: Suhealy Sierra

Al salir de una relación de pareja, siempre hay un dejo de fracaso o de soledad, quizá un tanto por la costumbre, otro tanto por el amor que aún se siente, por los estragos de la traición, del dolor, de la pasión, de esos besos que ya no se darán…y otras tantas cosas, porque llega a pasar que incluso no nos reconocemos a nosotras mismas.

A veces, después de romper una relación buscamos desesperadamente entrar a otra, o no volver a enamorarnos nunca, y ambas con la intención de no confrontar con nosotras mismas esa carencia.

Hemos visto muchos post en internet, con expertos y hasta de “broma”. Que siempre escogemos al mismo tipo de pareja, o que todos los hombres/mujeres son iguales; y nos llega a parecer absurdo, pues a simple vista esto no parece así…Pedrito usaba lentes y Marcos no, Laura era alta y delgada, pero Mónica era más simpática pero rellenita… suelo escuchar. 

Y es que lo que nos atrae de una persona no siempre va ligado solo a lo físico, interviene el cómo piensa, cómo nos trata, cómo nos la pasamos a su lado, cómo podemos “jugar” con ellos ese juego que dominamos y que si cambia no sabemos cómo comportarnos.

Durante la tierna infancia, nuestras primeras figuras referentes de amor hacia nosotros mismos y de pareja, eran nuestros papás. Las bases de cómo aprendimos a amar y ser amados están sentadas en aproximadamente los primeros siete años de vida. Y casi puedo asegurar que la mayoría de los que leemos esto, no recuerdan bien, bien cómo fue eso que aprendimos, y, sin embargo, en el aquí y ahora no podemos salir de relaciones amorosas, donde tal vez se repite algún tipo de abandono, de rechazo, de violencia, infidelidad o algo que no permite que la relación florezca como deseamos.

Y eso, ¿qué tiene que ver?, pensarás… Bueno que, para mejorar tus relaciones amorosas, tendrás que aprender a amar y ser amada de nuevo.

Porque si tú amas a partir de que no te dejen, y toleras que no esté contigo en momentos importantes, que seas tú la que atiende, la que da, la que espera, la que ama, la que siempre está, y esperando en secreto que un día te vea y sienta tanto amor y agradecimiento por ti que quiera corresponderte…

O eres de las que soporta desplantes, malas palabras, que olvide tus cosas o las rompa, critique lo que te gusta, te prohíba salir, ver amigos/familia, usar tus redes sociales e incluso tu estilo para vestir…

O quizá, de las que no dice nada cuando te habla con malas palabras, golpea las cosas cuando se enoja, o te deja de hablar por mucho tiempo si no haces lo que dice o se molesta, te pellizca, te pega “jugando”, te ridiculiza, controla tus finanzas, desaparece por horas o días y te llama exagerada cuando reclamas y “p.t.” cuando tú no contestas por minutos…entonces lo más probable es que ni tú sepas cómo amarte, porque cuando amas a alguien, por nada del mundo permitirías que le dañen. 

¿Por qué lo permites contigo?

Pudiera ser que aprendiste que los celos eran muestra de interés, que los hombres no importa cuántas veces se vayan, lo importante es que siempre regresen y sean buenos proveedores, que “cada quien carga su cruz”, que una mujer sin un hombre no vale… y podría seguir y seguir, con muchas ideas que nuestras familias y cultura mexicana siembra en nuestras cabezas desde muy jóvenes. 

No, no necesitas hacer “planas” de esto, ni que tu madre se siente a explicártelo para que lo repitas.  

Basta con que lo veas desde muy niña de forma repetida, para que lo veas con normalidad. Es suficiente que escuches que “te molesta porque le gustas”, “que una mujer sola en la calle y sobre todo de noche, se buscan problemas”, “que, si está separada, algo malo ha de tener”, “Te pego porque te quiero” … sentando las bases inconscientes sobre las cuales buscaremos a la pareja de siempre, al mismo tipo de hombre/mujer.

Y afortunadamente, la realidad es que no, no todos los hombres/mujeres están cortados con la misma tijera. Existen personas que crecieron en ambientes menos dañinos, o que han sanado sus heridas, entendiendo que no porque carguen su historia de dolor deben maltratar a otros. Afortunadamente existen personas que se dan cuenta que eso que se repite y se repite en sus relaciones de pareja es una lección que la vida quiere enseñarte.

Pero esto no se hace en soledad, porque como ya había descrito, los años más importantes en los que se ha recabado toda esta enseñanza (o gran parte de ella) está muy enterrada en tu mente, y es muy probable que al leer esto, cuestiona su veracidad, porque crees que eres dueña de tu vida y no esclava de lo que no conoces de ti. Crees que eres tú quien escogió a Pedrito o a Laurita, y es hasta ahora esa gran necesidad de “jugar le juego del amor que ya te sabes”

Si quieres confrontarte a ti misma y conocer la verdadera razón por la cual siempre te engañan, siempre te pegan, siempre te dejan, o lo que sea que pase siempre. Asiste a terapia, porque definitivamente la infancia, no tiene por qué ser destino.

Apodérate de ti, enamórate de ti, reencuéntrate con esa mujer que quieres que los demás vean y entonces sabrás elegir a quien de verdad ame y valore a una mujer que se ama y valora y que no recibirá menos de lo que ella misma pueda darse a sí.

Ya sabes que las puertas de mi consultorio están abiertas, falta que decidas cambiar tu vida.

Psicoterapia individual y de pareja

 

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