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Escrito por: Yttzé Quijada
Generalmente, al hablar, pensar o escuchar sobre el bienestar, nos centramos únicamente en el aspecto físico, olvidando lo emocional. Detalles importantes para generar relaciones más sanas y mejorar cómo sociedad. Además de ser una responsabilidad social.
Desde hace años la inteligencia emocional ha ido tomando importancia fuera de la pedagogía o psicología. En la actualidad, viviendo en plena la contingencia ambiental. Ha sido sustancial trabajar con nuestras emociones y la de los niños.
No se trata de controlarnos, es más conocer nuestras reacciones con detalle y enfocarlas, no el reprimir lo que sentimos. La parte física puede ser un apoyo, como el caso del hatha-yoga, el tener interés por conocer tu cuerpo puede llevarte a enfocar tu mente y tus emociones. Nuestro cuerpo entero es maleable.
El respirar, el cantar, el moverse, para hacer catarsis es un gran avance para mejorar nuestra salud. Una simple respiración, inhalar y exhalar, nos lleva a pausar, a ser consciente de nuestro cuerpo, de nuestras emociones y del mundo entero. A ello nos llevan las terapias holísticas, y por ello nos funciona, nos elevan la vibración y nos sentimos mejor. Funcionan como las llantitas de la bici cuando queremos aprender. Son un apoyo, después, vamos solos.
Sin embargo, estas terapias, también representan un reto, una constancia, nos lleva a cuestionar nuestra forma de vida, lo que nos impulsa a conocer nuestros límites o lograr cosas que no habíamos considerado. Aunque algunos prefieren claudicar a seguir en el camino del autodescubrimiento, que es largo y andrajoso. Es mejor, dejar las clases o echarle la culpa al terapeuta o Instructor? Acá es cuando nos dicen que aprendamos a fluir o a soltar el control. Podemos comenzar con pequeños detalles muy simples, se sugiere cambiar la mano que siempre usamos, ejemplo: al cepillarnos los dientes, barrer o escribir, el cerebro cambia la conexión neuronal con esos detalles, jugamos con su plasticidad.
Olvidamos que cuando equilibrarnos (dejamos de drenarnos física y emocionalmente) mejoramos y mejoran nuestras relaciones que vamos construyendo, es probable que dejemos en el pasado las ”amistades” de años. Es interesante como una acción, impacta nuestro mundo entero. Así, empezamos a ser “conscientes” y buscamos opciones para no contaminar, no molestar al prójimo, las cosas sencillas son sustanciales, en el hatha- yoga se usa la célebre frase “menos es más”, ¡pruébalo!
El cuidarnos en esta cuarentena, con el hecho de no salir, ni realizar fiestas o reuniones para no exponernos, ni exponer a otros, aunque nos caigan mal, es un gran avance, estamos siendo ciudadanos responsables, maduros y emocionalmente inteligentes. Además de expandir nuestro cerebro al ejercitarlo.
Yttzé Quijada es instructora de Yoga. ¡Síguela en su página de Facebook!
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